
Letra, música y voz: José Luis Mundi
Arreglos y dirección musical: Nicolás Medina
Producido, grabado y mezclado por Nicolás Medina
Diseño gráfico: José Luis Mundi
Fotografías: IMG creativos
LETRAS
A Eva le gusta soñar
pero, a veces, le da miedo.
Un sueño la invita a volar
pero quizá sea más seguro el suelo.
Eva intenta no pensar
y disfrutar del camino.
Saber si un sueño es real
puede acabar siendo un suplicio.
Pero ¿a quién quiero engañar?
se pregunta en el espejo,
el suelo puede esperar
prefiero mirar al cielo.
Eva deja de soñar,
soy la vida, te lo ordeno.
Nada tiene que cambiar,
cada cambio pide un precio.
A Eva le gusta bailar
en la cola de un cometa
y después ir a charlar
con Dalí mientras juega en su paleta.
Eva quiere navegar
disfrazada de pirata
y, si acaso le preguntan ¿dónde vas?
se sonríe con un sueño en la mirada.
Y juega a ser polizón
cuando aprieta la tristeza
y cuando se pone el sol
se convierte en un poema.
Vida ¡déjame soñar!
no me importa si me pierdo,
no me trates de engañar
pues soñar no tiene precio.
Diez años lleva sentado en su silla de oficina…
Diez años frente a un PC que le reseca la vista…
Nunca ha reparado en ella,
aunque se sienta a su lado,
la saluda cada día,
pero nunca la ha mirado…
Él se llama Luis…
Ella quizá sea Luisa…
Pero en un día de tantos,
entre llamada y suspiro,
sin saber cómo ni cuándo,
la descubrió en su flequillo…
Y debajo de aquel rizo
le sorprendió su mirada,
tan profunda como el mar,
sencilla y llena de calma…
Él le sonrió…
pero ella no lo miraba…
Y entre carpetas, bolis y sellos,
se van perdiendo las esperanzas…
Y entre papeles, fichas y sueños
no queda tiempo para las almas…
Ella llega cada día resoplando y despeinada,
¿dónde me dejé la vida?, no es esto lo que esperaba…
A menudo se pregunta
por ese chico tan raro
que saluda cada día
pero nunca la ha mirado…
Ella le sonrió,
pero él estaba soñando.
Siempre quiso ser amable
aunque no es muy habladora,
le gusta su libertad
y no le importa estar sola…
Pero en un día de tantos,
cuando se acaban las pilas,
lo descubrió en su sonrisa
y la pilló desarmada…
Hola, le dijo Luis…
¿Qué tal?, le dijo Luisa…
Y entre carpetas, fichas y sellos,
van renaciendo las esperanzas…
Y entre papeles, guiños y besos,
quizá se encuentren esas dos almas…
Yo sé de un lugar,
no lejos de aquí,
donde cada día se lucha
para deshacer entuertos,
y se lucha con gigantes
que si te acercas a verlos
en realidad son gigantes
y no molinos de viento.
Yo sé de un lugar,
no lejos de aquí,
donde las noches son largas
y es inquieto el sueño
y te despiertan chicharras
que no auguran nada bueno.
Yo sé de un lugar,
no lejos de aquí,
donde conocí mil aprendices de brujo, ángeles buscando sus alas,
soldados de las trincheras, samaritanos del miedo,
revividores de estrellas
luchadores incansables
a pesar de los pesares…
Yo sé de un lugar,
no lejos de aquí,
donde gárgolas planean
sobre cuerpos indefensos
y la Parca en el espejo
afila bien su guadaña,
y se sonríe y pasea
como quien sale de caza…
Yo sé de un lugar,
no lejos de aquí,
dónde vive la esperanza
y su vecino es el miedo
pero yo sé de quien lucha
con la intención de salvarla.
Yo sé de un lugar,
no lejos de aquí,
donde conocí mil aprendices de brujo, ángeles buscando sus alas,
soldados de las trincheras, samaritanos del miedo,
revividores de estrellas
luchadores incansables
a pesar de los pesares…
Aun en tiempo de sequía busco bien,
soñando que algún día
pase a ser
nuestro encuentro inevitable y tan casual
que cada nota me sacie
al avanzar
por el mar de tus acordes
y el aliento de mi voz,
por la letra que me escondes
sin saber en qué rincón, deshojando verso a verso
el compás de tu interior tomes nota a nota el cuerpo
de mi mejor canción…
Pero entonces me detengo
a escuchar
lo que al cabo siempre espero,
y me dirás
que quisieras liberarte
y ver la luz
porque una canción es arte
y porque tú
quieres recorrer teatros, quieres ver vibrar por ti
a todo el que sienta tanto
lo que tú quieres decir,
que temes a esos cajones donde guardo el corazón
del resto de mis canciones…
y te doy la razón…
Y me empeño en encontrarte y, aun así,
tú consigues escaparte
y vivir
fuera de estos cuatro acordes, lejos de esta pobre voz,
yo te pido que te quedes,
pero tú dices que no,
que te asustan los cajones
donde guardo el corazón
del resto de mis canciones…
y te doy la razón…
porque temo a esos cajones donde guardo el corazón
del resto de mis canciones…
tienes toda la razón…
Como esa foto
que siempre
he querido hacer,
como en el Puente de Carlos Praga se rindió a tus pies.
Como contemplar
cada nube que se cierne cortejando a la Giralda.
Como ese cielo
que es el instante
en que se te antoja
jugar con mi cuerpo.
La brisa en la cara
de pie
en el Cabo de Gata,
baile de flamencos,
Cuentos de La Alhambra… y simplemente tú,
tú…
simplemente tú…
Como un recuerdo
que salta
desde la niñez,
como encontrar una mano justo antes de caer.
Como conversar rescatando de la prisa
el placer de ser persona.
Como el silencio,
tan expresivo,
y que nos envuelve contando un secreto.
La vida que quiere
crecer,
que lucha y que vence, canción con sentido,
mi piel si te siente…
y simplemente tú,
tú…
simplemente tú…