
SOBRE UNIVERSO ALTERNATIVO
“No te confundas, la inspiración no existe, para componer sólo existe el trabajo serio y diario. Es una falta de respeto subirse a un escenario con una guitarra sin estar preparado…”. Esto fue lo que me dijo Fernando G. Lucini un día en La Estación, en Sevilla. Y aunque sé que lo decía de forma general, yo, que no me gusta faltar al respeto, decidí no volver a subirme a un escenario hasta poder ofrecer un trabajo serio y digno. Así, a través de Juan Trova, cantautor y amigo, conocí a Nicolás Medina (compositor, arreglista y maestro), con el que he trabajado durante este último año (y a pesar de ello hemos llegado a ser amigos) y del que he aprendido lo que es un profesional de la música, en toda su extensión. Y puedo decir que hemos trabajado duro, y ese trabajo se plasma en este disco que ahora quiero compartir con todo el que quiera acercarse a mi “Universo Alternativo”.
LETRA, MÚSICA Y VOZ: José Luis Mundi
ARREGLOS Y DIRECCIÓN MUSICAL: Nicolás Medina
GUITARRA: Nicolás Medina
LUGAR DE GRABACIÓN: Fjr Estudios
LETRAS
Lola hoy se ha levantado triste
y no sabe bien lo que ha pasado,
me pregunta con los ojos,
pero yo no he contestado.
Lola hoy no entiende nada y se
enfada con la vida
y busca quien la acompañe para
encontrar la salida.
Lola hoy no entiende nada
y ya no es consuelo el llanto no
comprende la injusticia ni la
razón de este trago.
Pero Lola se rebela
y no pierde la esperanza de
devolverle a la vida cada palo
que le lanza.
Lola hoy se ha levantado triste
pero ha apretado los dientes,
se le ve furia en los ojos
y una mirada valiente.
Lola hoy no entiende nada
y le reclama a la vida
una razón al absurdo
que le explique estas heridas.
Lola hoy no entiende nada
y ya no es consuelo el llanto,
no comprende la injusticia
ni la razón de este trago.
Pero Lola no se rinde
y lucha como una loba
para quitarle a la vida
lo que la vida le roba.
Me gusta ser caminante
y a la vez camino,
ser el viento vagabundo
y a la vez hogar,
de mi libertad fiel amigo
y ser de mi barco el capitán.
Me gusta ser bandera de mi batalla
y con mis propias alas volar,
pensar que siempre sé dar la espalda
a quien me intenta sobornar.
Y si me dan a elegir
entre la tierra y el cielo,
sin afán de despreciar
prefiero seguir aquí.
Y quisiera disfrutar
cada amanecer,
dando esquinazo al reloj,
y saber disimular
si toca perder…
pero ante todo no sé…
dejar de soñar.
Me gusta ser de mi vida
el mayor enigma
y encontrar salida
a toda ocasión,
saber las cosas que se avecinan,
dicen que el que avisa no es traidor.
Y equivocarme de cuando en cuando,
dar el brazo a torcer de vez en vez,
salir airoso de algún aprieto
siempre que por mi propio pie.
Y si me dan a elegir
entre el trabajo y la siesta,
no hay que dejarse engañar,
cada cosa en su lugar…
Y aún me gusta crecer
y cantarle al sol
cuando deja de llover
y pedirle al corazón
un latido más…
pero ante todo no sé…
dejar de soñar.
Tengo cuarenta años y un día
y mil canas en el pelo
que me recuerdan lo inútil
de la lucha contra el tiempo.
Tengo razones de sobra
para seguir caminando,
tengo cosas que olvidar
y cosas para guardar en mi cápsula del
tiempo,
y tengo quien me mantiene siempre
los pies en el suelo.
Tengo sueños por vivir,
tengo historias por contar,
y dos manos para componer canciones
y para recorrer tu cuerpo.
Y tengo mis rarezas y mis miedos,
tres estrellas que me guían,
tengo tres o cuatro amigos,
te tengo a ti y a mi vida.
Tengo calles de mi infancia
y otras que me recibieron,
por todas ellas paseo
construyendo la memoria.
Tengo retazos de vida
que me dicen lo que soy,
tengo mañana y ayer
pero me gusta pensar que aprovecho
cada instante,
y tengo quien me recuerda siempre
quién está de mi parte.
Tengo luchas por ganar,
alguna habrá que perder,
y recordar cómo son las estaciones
donde llevaré mis huesos…
Y tengo mis rarezas y mis miedos,
tres estrellas que me guían,
tengo tres o cuatro amigos,
te tengo a ti y a mi vida
Hacer de la vida
una continua ilusión,
y de cada día
una fiesta
por estar a pie de cañón.
Andar recogiendo
los frutos que van
saliendo al paso
maduros
y en cualquier instante trivial.
Ir repartiendo razones
a quien
no tuvo el placer
de descubrir
que vivir
es un arte.
Vive, vive, vive,
y ayuda a vivir,
vive, vive, vive,
y empieza a vivir.
Y al fin nada queda,
sólo una razón,
de que esta vida
sea cierta
y sinceramente un honor:
Sacudirse la soledad
y amar
a pesar de todo,
y aprovechar
que vivir
da la vida.
Vive, vive, vive,
y deja vivir,
vive, vive, vive,
y empieza a vivir.
Vive, vive, vive,
y aprende a vivir,
vive, vive, vive
y empieza a vivir.
Una mujer, ay, una mujer,
es como una tentación
en el desierto,
que, con sus curvas,
todas desnudas,
te ha de llevar directamente
al infierno.
Aunque sí, es cierto,
hará calor,
pero no es por el fuego
de la perdición,
más bien diría
que es el sudor
de andar enredao
jugando a ser Dios.
Una mujer, ay, una mujer,
nos transfigura
y mordiendo su manzana
no queda lugar a dudas,
que ya se siente una sabio
cuando juega
con sus labios.
Una mujer, ay, una mujer,
es como una magnífica
telaraña,
que, con su cuerpo,
al descubierto,
casi sin darte cuenta
se te enmaraña.
Y te emborrachas
sin el menor
deseo de ser amigo
de la reflexión,
y te zambulles
sin más ni más,
pierdes la vergüenza
y a ti te da igual.
Una mujer, ay, una mujer,
nos transfigura
y mordiendo su manzana
no queda lugar a dudas,
que ya se siente una sabio
cuando juega
con sus labios.
Es curioso,
ahora me pienso
y no alcanzo a imaginar
cómo hacer este camino
si no te oigo respirar
dándole aliento al destino
de lo que esté por llegar…
Y no imagino otro faro
sin tu luz.
Es curioso
pero es cierto
ya no puedo imaginar
cómo eran los recuerdos
antes de darme tu paz
y dudo si hubo otro tiempo
que quisiera conservar…
Y no imagino otra aurora
sin tu luz.
Y no imagino otro cuerpo
sin tu forma y sin tu olor,
y me iré directo al cielo
siempre que lo ofrezcas tú.
Y no imagino más vida
que tu luz.
Es curioso,
ahora regreso
bastantes años atrás
y no recuerdo un momento
aunque hubiese mala mar,
ni imagino tempestades,
que me hicieran naufragar…
Y no imagino otro puerto
sin tu luz.
Es curioso,
no imagino
que pudiese imaginar
partir hacia otro camino
sin volver la vista atrás,
y saltar hacia un vacío
que nadie puede llenar…
Y no imagino otra estrella
sin tu luz.
Y no imagino otro cuerpo
sin tu forma y sin tu olor,
y me iré directo al cielo
siempre que lo ofrezcas tú.
Y no imagino más vida
que tu luz.
Y no imagino senderos,
ni imagino otro final
más allá del firmamento
que vas dibujando tú…
Y no imagino más vida
que tu luz.
Su intención no fue mirarla
mientras cambiaba de acera
al pasar por la Gran Vía,
ni tampoco tropezar
ni caer cuan largo era
ni comerse el alquitrán…
Ella se acercó sonriendo
¿está usted bien caballero?
¡Vaya caída más tonta!
Y él se dejó acompañar
hasta un banco de la acera
mientras la escuchaba hablar…
Y como en las pelis del cine
él se la quedó mirando
y le reventó el amor…
¿Puedo invitarla a un café?
pero ella dijo que no
y el alma cayó a sus pies…
No se marche todavía,
quédese un rato, por dios,
que ahora el alma es lo que duele…
Lo siento mucho señor,
pero tengo algo de prisa
tal vez en otra ocasión…
Qué cosas tiene el amor
no lo buscas y aparece
pero hacen falta dos…
Qué cosas tiene el amor
ella se va y él se queda
con sus ojos y su voz…
Y así fue pasando el tiempo
y él la seguía buscando,
cada tarde, en la Gran Vía,
y escuchaba cada voz
e imaginaba sus ojos
iluminando sus días…
Pero los cuentos de hadas
sólo se dan en los libros
y casi se dio por vencido…
Y así se dejó arrastrar
hasta el café de la esquina
mientras rompía a llorar…
Y como en las pelis del cine,
cuando ya nada esperaba,
reconoció aquella voz:
¿Desea usted algo, señor?
y mirando aquellos ojos:
uno solo, por favor…
¿Puedo invitarla a un café?,
y no me diga que no
quiero perderme en sus ojos…
Ahora no puedo señor,
pero termino a las seis,
le susurró al corazón…
Qué cosas tiene el amor
no lo buscas y te encuentra
pero hacen falta dos…
Qué cosas tiene el amor
lo que pasara después
ya es sólo cosa de dos…
Hoy quise soñar con lagunas de miel porque el sol se bañaba en ellas,
y reconocí a una rana feliz que me hablaba con mi propia voz,
mientras miles de flautas silbaban
a una imponente Veleta que con la nieve jugaba.
Hoy quise soñar con praderas sin sed y sentirlas con los pies descalzos,
y quise perder el miedo a correr y a gritarme con mi propia voz,
mientras miles de alas se alzaban
en imposibles dibujos que con las nubes jugaban…
Y desperté, y no me gustó lo que vi,
y desperté, díganme qué pasó aquí…
ni agua, ni ranas, ni flautas, ni alas…
ni agua, ni ranas, ni flautas, ni nada…
Hoy quise soñar con senderos al sol reviviendo en cada bocanada,
y reconocí a un martín pescador disfrutando a mi alrededor,
mientras lirios y aneas bailaban
al son de una lluvia que un arcoíris pintaba…
Hoy quise borrar de mi paleta el gris y volver a inventar los colores,
y quise perder el miedo a luchar y a gritarles con mi propia voz
que la tierra no nos pertenece,
pero quién la defiende del que “la protege…”
Y desperté, y no me gustó lo que vi,
y desperté, díganme qué pasó aquí…
ni agua, ni ranas, ni flautas, ni alas…
ni agua, ni ranas, ni flautas, ni nada…
Un instante,
una eternidad,
el filo cortante
de un frío puñal,
el mundo en un puño,
un infierno incierto,
dueño de la dicha,
esclavo del miedo,
conato de artista,
principio de estiércol,
creador de ilusiones,
forja de mentiras,
causa de traiciones,
el sol que da vida…
que Dios te bendiga…
Amor cierto,
cruel vanidad,
unión de secretos,
barrera carnal,
belleza y grandeza,
seco hastío herido,
la cruz y la cara,
la cal y la arena,
el pan que te sacia,
la hiel que envenena,
sabio entre los sabios,
sicario de intrigas,
rescoldo apagado,
la piel encendida…
que Dios te bendiga…
que Dios te bendiga…
Duerme, duerme,
duerme como quien sale al recreo…
Duerme, duerme,
duerme que yo velaré en silencio…
Duerme, duerme,duerme que yo abriré las ventanas
para que salgan tus miedos,
para que entren tus sueños…
Duerme, duerme,
duerme que yo soñaré a tu lado…
Duerme, duerme,
duerme que yo acariciaré tu espacio…
Duerme, duerme,
duerme que el sol te estará esperando
para celebrar tus días,
para guiarte los pasos…
Y el corazón, mientras tanto,
aminorará el galope,
tu pecho se balanceará despacio,
la noche te envolverá susurrando.
Tus ojos, que ahora no veo,
se iluminarán mañana,
el silencio es tu aliado
y te inundará el descanso.
Duerme, duerme,
duerme que ya se asoma la luna…
Duerme, duerme,
duerme que trae su canción de cuna…
Duerme, duerme,
duerme que yo inventaré los acordes
para acompañar su nana,
para posarla en tu cama…
Y el corazón, mientras tanto,
aminorará el galope,
tu pecho se balanceará despacio,
la noche te envolverá susurrando.
Tus ojos, que ahora no veo,
se iluminarán mañana,
el silencio es tu aliado
y te inundará el descanso.
Allí te sientas
como un rey en su trono,
y lloras, y ríes
o te quiebras la cabeza
si acaso no te enteras…
Se te olvidan
por dos horas los problemas
y te embebes
de dulzura o de dureza,
de basura o de belleza,
de alegría, de tristeza
y de magia en cada escena…
Y participas de un mundo
que no es el tuyo,
y te enteras que la vida
es como es
y no solamente
como tú
la ves.
Besos furtivos,
caricias a escondidas,
allí jugamos
a descubrirnos secretos
buscando la última fila…
La vida empieza
cuando las luces se apagan,
y los duendes
acuden alborotados
a pintar en la pantalla,
con su orquesta de colores,
mil historias que te emboban.
Y como todo en la vida
ha de acabar,
te ves de pronto, a la salida,
pensando que
cualquier día de esos
tienes que
volver.
Quizás haga falta otro diluvio
para limpiar las aceras,
para librarnos del mal,
ese que va con chaqueta,
el que se pone colonia,
para tapar tanta mierda
y se monta en limusina
con su cinismo feroz,
sus millones, tu vida y tu hacienda.
Quizás haga falta otro diluvio
para volver a la tierra,
para pedirles perdón
a los que comen miseria
a tanto niño soldado
perdido entre tanta guerra
y a tanta niña del Este
buscando un mundo mejor
de ilusiones, mentira y violencia…
No sé si al final
tendrá que llover
no sé si vendrá
otro amanecer
no sé si será
que quiero creer
que el mundo será
capaz de vencer
a pesar de todo tanta estupidez…
Quizás haga falta otro diluvio
que nos devuelva la vida
aquella que hemos perdido
a fuerza de perseguirla,
que nos recuerde el motivo
de saber por qué vivirla,
y si al fin somos capaces
de agradecer su esplendor
nos regale una rosa y su espina…